En la actualidad, las tecnologías de la Cuarta Revolución Industrial están siendo un apoyo primordial para los ingenieros/as que llevan a cabo procesos de fabricación de producto, de manera que los trabajadores están logrando colaborar con las nuevas tecnologías de forma efectiva, impulsando la productividad y haciendo frente a los retos de la nueva normalidad.  

Hasta hace algunos años, expertos mencionaban que la automatización comenzaría a desplazar a diversos puestos de trabajo en diferentes sectores estratégicos, sin embargo, de acuerdo con el Foro Económico Mundial (WEF), los fabricantes líderes han comenzado a invertir en gran parte en personal a partir de la adopción de nuevas tecnologías. 

La necesidad de capacitar a los trabajadores que ocupan un puesto tecnológico deriva de cuatro tendencias que están transformando el contexto de la fabricación; el retiro de los “baby boomers” del trabajo activo, la proliferación de datos y la nueva normalidad del COVID-19. Esto está creando una mano de obra más dispersa y menos experimentada 

Aunado a lo anterior, las empresas continúan presentando una brecha de habilidades, ya que, de acuerdo con expertos, las empresas han experimentado una gran desafío con los ingenieros recién graduados que cuentan con los conocimientos teóricos, pero no con la práctica. 

Los Ingenieros/as más allá de la teoría.  

Dentro del contexto de la Cuarta Revolución Industrial, los ingenieros deben tener los conocimientos prácticos necesarios para llevar a cabo las actividades que las industrias requieren, teniendo al mismo tiempo el dominio de las herramientas digitales que actualmente implementan las empresas. 

Aunque el aprendizaje de un ingeniero/a sobre el desempeño de sus actividades puede desarrollarse dentro de la empresa, las necesidades de las empresas requieren que éstos cuenten con la capacidad de implementar nuevas tecnologías y metodologías asociadas a la mejora productiva para impactar en los resultados empresariales.  

La necesidad de que los ingenieros/as estén preparados con habilidades y competencias tecnológicas para implementar procesos de forma práctica deriva de las tendencias que se mencionaron anteriormente; la proliferación de los datos, la pandemia por COVID-19 y el retiro de los “baby boomers” del trabajo activo, de acuerdo con McKinsey & Company.  

  • Proliferación de datos: Cada vez la conectividad de los diferentes equipos en las fábricas está creciendo de forma exponencial, generando una gran cantidad de datos, por lo que los fabricantes se enfrentan al desafío de enseñar al talento a utilizar dichos datos para tomar decisiones o resolver problemas 
  • Pandemia por COVID-19: El distanciamiento físico ha generado cambios estructurales en las empresas, donde se han implementado nuevas tecnologías y procesos, de manera que las organizaciones requieren que el talento conozca el uso de ciertas herramientas digitales y tecnológicas a fin de continuar con los flujos de trabajo. 
  • Retiro de los “baby boomers” del trabajo activo: En 2019, la Asociación Nacional de Fabricantes Industriales de Estados Unidos estimó que una cuarta parte de los trabajadores del sector tenía más de 55 años. Por lo que una de las mayores preocupaciones es la “fuga de cerebros”. Para prevenir la pérdida de conocimiento institucional con el retiro de estos trabajadores las empresas se están esforzando por codificar los conocimientos, con el fin de transmitirlos más eficazmente a las nuevas generaciones. 

Aprendizaje basado en resultados 

En la actualidad, las universidades suelen aprobar la capacidad y habilidades de sus estudiantes mediante los créditos cursados en sus carreras, pero ¿realmente todos se gradúan con las mismas capacidades? De acuerdo con Michael Milligan, CEO de ABET, una organización sin fines de lucro que acredita programas de ciencias aplicadas y naturales, computación, ingeniería y tecnología de la ingeniería, menciona que el método tradicional de enseñanza no tiene un grado eficaz de aprendizaje, ya que la trasmisión de conocimientos no se logra de manera pragmática y práctica, por ello, menciona que la preparación de los ingenieros/as debe basarse en programas de acreditación basados en resultados. 

La formación de los futuros ingenieros/as debe fundamentarse indudablemente en su capacidad de desempeñar lo aprendido de manera práctica, por lo que los programas de formación deben basarse en los resultados generados en vez de enfocarse en el tiempo cursado, impulsando al talento a tener más habilidades y preparación para las necesidades de la industria. 

Este nuevo enfoque de preparación hacia los ingenieros/as brinda la seguridad, tanto a los empleadores como a los trabajadores, de que se cuenta con las capacidades necesarias para la implementación de nuevas tecnologías y procesos que permitirán una mejora productiva.  

La fusión de una fuerza laboral capacitada, con la digitalización de las empresas, agilizará la toma de decisiones, así como la mejora de los resultados. Es por eso que, tanto las empresas como los trabajadores deben priorizar en la capacitación adecuada que brinde las competencias y habilidades necesarias para llevar a cabo prácticas industriales bajo el contexto de la Cuarta Revolución Industrial.   

La capacitación de los trabajadores en la actualidad en programas basados en resultados que brinden las habilidades y las competencias tecnológicas necesarias a los ingenieros/as es indispensable para el crecimiento, evolución e impulso de las empresas.  

En el Centro de Innovación Industrial para el Sector Automotriz Tlalnepantla, contamos con laboratorios con tecnologías 4.0 con las capacidades para llevar a cabo programas de capacitación y certificación inmersivos que simulan entornos de trabajo industrial para el desarrollo de habilidades y competencias en ámbitos referentes a la Ingeniería de Producto, Diseño 3D, Ingeniería Inversa y Manufactura Aditiva. Si deseas conocer más de nuestros programas, te invitamos a descargar nuestro brochure de Servicios de Capacitación y Certificación.