La industria automotriz a nivel global exige altos niveles de calidad en el desarrollo de producto, siendo un elemento clave que impulsa la competitividad y mejora continua de los proveedores de este sector.
En la actualidad, las empresas se encuentran en un proceso de transformación en la forma en que producen debido a la digitalización de la fabricación. Esta transición evidente se denomina Industria del Futuro o Cuarta Revolución Industrial.